Por: Brayan Muñoz – 1101
Cada sonido de alarma deja a más de uno con los pelos de punta. Lavarse las manos, no tener contacto directo con las personas, no salir de casa, son unas de las recomendaciones a seguir para evitar el contagio de este virus a toda costa. Sin embargo, hay quienes no acatan a estas recomendaciones.
Muchos son los pensamientos que el hombre tiene acerca del COVID-19, cada advertencia se torna angustiante a los oídos de muchos, creándoles la impresión de un fin, o como lo llaman algunos el apocalipsis, aquel que no se dio en el 2012, pues las supersticiones de la gente no tienen limite. Por esto, es que hay divulgación de información falsa rondando por las redes sociales y asustando la población, que tampoco se preocupa por investigar si esta información es real, así que se dejan meter los dedos a la boca, como se dice vulgarmente.
Por otro lado, también hay quienes se saltan las reglas y todas las recomendaciones haciéndole daño a la población. En la mayoría de los casos son jóvenes, quienes toman el tiempo de cuarentena como unas vacaciones que aparecieron de la nada, no hallándole el sentido a permanecer en casa. Es decir, lo toman como una exageración provocada por un simple virus, que les da la oportunidad de distraerse y dejar de lado un poco el estudio para descansar la mente.
En Colombia, así como en otros países se vienen tomando medidas de precaución, esperando que los habitantes de cada población atiendan a las recomendaciones y sean conscientes de las consecuencias que nos puede ocasionar el pasar por alto estas recomendaciones.
En conclusión, todo depende del interés de la gente y la empatía con su comunidad.
“El sufrimiento de unos puede ser provocado por la ambición de otros” Madre Teresa de Calcuta
