Por: Tatiana Carolina Cortes García
La inteligencia y sagacidad de los colombianos, nos permite desarrollar esa “MALICIA INDÍGENA” que puede darnos las herramientas para sobrevivir en momentos difíciles o las armas letales para convertirnos en delincuentes incorregibles”
Desde pequeños nuestros padres nos acostumbraron a ser los mejores en todo y a levantarnos después de caer una y otra vez, debido a esto nada nos parecerá difícil, nada nos parecerá grande porque además poseemos un ingrediente muy particular llamado “LA BERRAQUERA” que traduce: astucia, fuerza ,inteligencia, carácter, habilidad, destreza e ingenio.
También a la malicia indígena se le atribuye la capacidad de hacer trampa, tomar ventaja y usar la trocha de nuestra gente para ser mejores que ellos.
Gracias a esto, todo estudiante que no hace tarea en casa en casa la realizará en el colegio mientras el profesor les califica a sus compañeros y posiblemente se sacara mejor nota que el que la hizo en casa.
Además no dejamos que nadie se nos cole en la fila ¡pero si sabemos colarnos!, ni dejamos pasar a alguien cuando vamos en el carro, porque somos astutos, somos vivos y cogemos la mejor silla o escritorio de donde sea y la marcamos, en ocasiones cuando estamos en un restaurante nos paramos disimuladamente y nos vamos solo por no pagar la propina voluntaria.
La “malicia indígena” hace que nada ni nadie nos importe, tenemos que ser los primeros y aparentar ser los mejores en todo y un argumento que nos entrega nuestra malicia es el famosísimo ¡DE MALAS! Todos los demás, “DE MALAS” que yo llegue primero y él no estaba, “DE MALAS”. Tenemos la astucia de copiar algo que está haciendo alguien, le cambiamos algunas cosas y lo presentamos, orgullosos de la frase a boca llena este arte es “sólo es para personas avispadas”.
Estos son algunos ejemplos de nuestra malicia, pero en sí, esta solo sirve para mostrarles a los demás lo “BERRACOS QUE SOMOS” es decir: si voy pasando por el pasillo, empujo a alguien y se cae pues “DE MALAS”, él se atravesó y no fue mi culpa, por esto y mucho más la malicia solo sirve para el beneficio y satisfacción de uno y solo uno y es el que lo utiliza, mientras se hace adulto y su supuesta astucia, se convierte en delito. Muy seguramente, ha determinar mal.
Nuestra dichosa malicia le ha dado un giro a la escala de valores que consideramos válidos y necesarios para nuestra vida, de tal modo que nos convirtamos en personas tramposas sin importar el daño que les pueda causar a las personas que se encuentran en nuestro alrededor, solo por encontrar nuestro bien.
Por ejemplo, a los narcotraficantes, a los malos políticos, a los rateros y a las otras bandas delincuenciales, les sobra “malicia” porque son capaces de engañar y camuflar sus actos violentos, sólo para beneficio aparente de ellos. Cada vez que pensemos en nuestro bien debemos pensar que nosotros hacemos parte de una sociedad y si hacemos daño, pronto seremos nosotros los que debemos pagar nuestros vergonzosos actos.
Los invito a que actuemos con la verdad y utilicemos la “malicia” para retarnos en adquisición de conocimiento, en construcción colectiva de proyectos, en ser constantes y disciplinados, en divertir, sin hacer daño a las persona que nos importan y las que no, también.
Malicia Indigena. Encontré estas dos palabras en un suvenirs cuando fui al ombligo de Colombia, en algo que denominaban las COLOMBIANADAS.
Muchos Colombianos creen que la malicia Indígena como lo describe la autora del artículo, es parte de de nuestra cultura y se sientes orgullosos y tristemente así lo replican.
Gracias a la autora por hablar del tema, por creer que si se puede cambiar esta sociedad…..
Dios La Bendiga.